LAS WILLIS QUE VINIERON DE UCRANIA
Con participación de varias bailarinas ucranianas que huían de la guerra, Joaquín de Luz repone la próxima semana su versión de ‘Giselle’ con la CND en el Teatro Real. Ayer la presentaron y esto nos contaron…
Texto_MARÍA JOSÉ RUIZ Foto_ALBA MURIEL
Madrid, 12 de mayo de 2022
Aquello novedoso que hará concretamente especiales las nuevas representaciones de la Giselle de Joaquín de Luz para la Compañía Nacional de Danza (CND) en el Teatro Real la próxima semana, será la presencia de algunas bailarinas ucranianas recientemente acogidas por la compañía durante la intensificación de la escalada en la guerra que Rusia ha desatado contra Ucrania.
“Un matrimonio con el que yo he compartido escena me contactó diciendo que había un grupo de bailarinas ucranianas huyendo de la guerra que venían hacia España. Me puse en contacto con ellas y simplemente les abrimos las puertas. Una va a interpretar los roles de Myrtha y el Pas de Paysans en el primer acto, y otras dos serán parte del cuerpo de baile del segundo acto. Estamos muy agradecidos. Nos han enseñado resiliencia, humildad y gratitud. Son magníficas artistas. No hemos hecho una obra de caridad, tienen una calidad excelente, y experiencia, pues ya han hecho Giselle en numerosas ocasiones” afirmaba ayer Joaquín de Luz, director de la CND, durante la rueda de prensa celebrada en el mismo Teatro Real, donde la bailarán del 18 al 21 de mayo próximos.
Pero no acaba aquí el acento ucraniano de esta Giselle. Los días 20 y 21 de mayo, el rol protagonista será interpretado por Katja Khaniukova, bailarina ucrania que es primera solista del English National Ballet. Cabe destacar que esta reposición de Giselle ya venía de alguna forma marcada por el conflicto bélico, pues ha sido sustitución de último momento del Ballet Bolshoi, que era la compañía originalmente programada por el Teatro Real que, en la misma línea de las grandes casas de ballet del mundo, canceló las actuaciones del equipo ruso en gesto de apoyo y solidaridad con Ucrania.
Adelantaba Joaquín de Luz que se verá una versión mejorada a nivel musical y dancístico de aquella que ya se mostró en el Teatro de la Zarzuela. “Creo que toda la producción desde todo punto de vista ha mejorado junto con la capacidad artística que tiene la compañía en estos momentos, así que estoy muy satisfecho del trabajo. Hemos integrado bien a las bailarinas ucranianas, que conocían una versión diferente, pero ha pasado todo muy naturalmente”, relataba.
Borja Ortiz de Gondra, también presente en el encuentro con la prensa, quiso resaltar aspectos de su versión, que se ha llevado la acción de Giselle al Moncayo y la ha vinculado a la melancolía de la poesía de Bécquer. “Hacemos algo bastante innovador y es que al final escuchamos por primera vez la voz de Giselle, hemos querido saber qué puede pensar esa mujer convertida en espíritu por haber amado demasiado”, concluía el dramaturgo.