VEINTE AÑOS DE DANZA CANARIA
El Festival de Danza Canarios dentro y fuera cumple 20 años. Hasta 41 compañías y artistas isleños -de residencia o nacimiento- han sido convocados por Roberto Torres para la gran fiesta navideña de la danza, que arranca mañana en Tenerife. Te lo contamos…
Texto_ESTHER MORALES
Santa Cruz de Tenerife, 22 de diciembre de 2021
Hace 20 años, cuando Roberto Torres decidió poner en marcha el Festival de Danza Canarios dentro y fuera, en Santa Cruz de Tenerife, poco podía imaginar sobre la trascendencia que su iniciativa tendría dos décadas más tarde. El que comenzara como un proyecto del Teatro Victoria y la Compañía Nómada para poder presentar trabajos de creadores canarios, es hoy una más de las citas imprescindibles de la Navidad en la isla. “Por aquel entonces, me di cuenta de que cuando vivía fuera de las Islas, el momento de trasladarme hasta mi tierra era, precisamente, la Navidad. Eran fechas en las que muchos volvíamos a casa, el único instante del año en el que todos estábamos de vuelta. Empezamos solo unos pocos y, en veinte años, este festival ha crecido en dimensión”, relata.
Torres siempre ha sido una persona de actitud calmada, que se pasea en chanclas por las estancias del Teatro Victoria (su teatro) y por las calles de la capital canaria. Incluso en el mes de diciembre, en el que se celebra siempre este evento: concretamente, entre los días 26 y 30. No fue así el año pasado, cuando, casi en el último momento, la organización se vio obligada a aplazar el festival y desarrollar una versión inusual en formato presencial y digital, repartido durante diferentes fechas primaverales.
Para este 20 aniversario del Festival de Danza Canarios dentro y fuera, todo el equipo del Teatro Victoria ha intentado recuperar parte del espíritu con el que se creó. No del todo, porque las medidas sanitarias siguen sin permitir actos culturales en las calles y se han reducido los aforos considerablemente, pero sí retomando ese carácter familiar, de reunión y de celebrar el inmenso talento del que presume el archipiélago.
“Su sello es un punto de encuentro entre la danza y Canarias. Empezamos centrando todas las funciones en el Teatro Victoria y hemos llegado a tener ediciones repartidas por hasta 14 espacios de la ciudad”, comenta Roberto Torres. De hecho, aunque todavía no recupere su formato habitual, también la edición número 20 contará con varios escenarios a disposición del festival: el Teatro Guimerá, el Espacio La Recova, el Museo Municipal de Bellas Artes, el Espacio La Granja, el MUNA - Museo de Naturaleza y Arqueología y el TEA- Tenerife Espacio de las Artes, además del propio Teatro Victoria, que ejerce como sala anfitriona.
41 propuestas
Sobre estos escenarios se subirán hasta dos premios nacionales de danza, como Daniel Abreu con su pieza INDICO (el 28 de diciembre en el TEA) y Dácil González, con Instantes (el 27 de diciembre en el Espacio La Granja). Porque si hay algo que identifica Torres en los creadores y bailarines a los que ha visto crecer -a veces, en sentido literal-, es que el contexto de las Islas ha influido en su estilo y desarrollo creativo.
“Somos continentalmente africanos, americanos en nuestra influencia y políticamente europeos. Esto genera una emoción intensa, una conexión con la naturaleza, una imaginación diferente y un alto nivel de entrega”, relata este enamorado de las Islas. “Si hiciéramos un histórico de dónde están las creadoras y creadores de danza de Canarias, nos daríamos cuenta de que somos reconocidos a nivel nacional e internacional”.
Y es que, de las 87 propuestas recibidas en la convocatoria, han sido seleccionadas para esta edición un total de 41 compañías, que aúnan a artistas que desarrollan su labor en las Islas, en la Península, en Hungría e incluso en Panamá. Algunos de ellos con piezas ya aplaudidas en otros circuitos, como INA (en la foto superior), de Paloma Hurtado y Daniel Morales, una creación con la que Hurtado se alzó con el premio a la mejor interpretación en la pasada edición del Festiva Madanza, de Las Palmas, y que será uno de los platos fuertes del evento (mañana, 26 de diciembre, en el Teatro Guimerá).
Traer a los creadores canarios de vuelta no es la única intención de esta cita. También lo es sacar a relucir el talento de artistas que han llegado desde cualquier parte del mundo y han decidido quedarse en Canarias. Una historia parecida a la de Emiliana Battista Marino, una bailarina italiana que se mudó a Tenerife para trabajar en el proyecto [hoy extinto] de la compañía LAVA, del Auditorio de Tenerife, y que bailará ahora una creación propia llamada Goody, junto a Leandro González (28 de diciembre, en el Espacio La Granja), un estreno absoluto al que se sumarán tres más: Aletheia, de Cía EnBeDanza (28 de diciembre, La Granja); VU, de Javier Arozena y Élida Dorta (28 de diciembre en el TEA, en la foto sobre estas líneas); y Bankora, de Colectivo Bankora, que cerrará la edición el día 30 en el Teatro Victoria.
Tras dos décadas al frente del Festival de Danza Canarios dentro y fuera, a Roberto Torres se le sigue iluminando la mirada al ver vídeos antiguos y se ilusiona al saber que los participantes más jóvenes de esta edición ni siquiera habían nacido cuando comenzó el festival. “Me motiva conocer a creadores que surgen aquí, que aparecen desde otros lugares del mundo. Me motiva este evento porque amo mi tierra y, como tal, necesito que crezca”.
Dos décadas dan para mucho y Torres tiene claro que, detrás de esta celebración de la danza, también hay un objetivo. “El gran logro será cuando Canarias se convierta en un lugar al que venir si la danza es tu profesión. Siento que ahora es importante que exista este festival. Cuando deje de serlo, tendrá su fin”, concluye.
