UN ESPACIO PARA COMPARTIR
El encuentro Beta Pública se ha negado a que la pandemia triunfe y estará celebrándose este fin de semana en Madrid. Su directora Pilar Villanueva nos lo cuenta…
Madrid, 14 de octubre de 2020
Entre muchos otros estragos, la pandemia ha trastocado las agendas de danza en todas partes, y los programadores comienzan a encajar este otoño, como pueden y bajo las condiciones dadas, sus citas con el público. La creadora y gestora navarra Pilar Villanueva se ha negado a suspender la séptima edición de su encuentro anual Beta Pública, que usualmente se celebra en junio, y se dispone a ponerlo en marcha este fin de semana en su espacio habitual, el Centro Cultural Paco Rabal (Palomeras Bajas), de Madrid. No tendrá, lógicamente, la misma presencia de creadores internacionales, pero no perderá continuidad. “Este año hay mucha España y mucha tía, como digo yo”, dice entusiasmada. “La pandemia ha hecho que sea muy nacional y hemos querido apostar por la mujer creadora, que se ve menos en nuestros escenarios. Lo que sí se mantiene es la variedad en todos los niveles de la danza contemporánea, porque es algo que cuido mucho”.
Aunque se sube al carro del streaming (el domingo 18 a las 19h, gratis, desde betapublica.org) las funciones serán presenciales (sábado a las 20h y domingo a las 19h) y contarán con un programa en el que participan Jesús Benzal Montes (Madrid), Compañía X (Eibar), Kenji Shinoe (Alemania), Colectivo Sin Par (Granada), Compañía de Danza Over & Out (Alicante), Colectivo Banquet (Madrid), y Ana Rosa Manzanera (Valencia) estrenando la nueva sección Pro.Beta.
A Villanueva le gusta que Beta Pública sea un espacio plural, en el que legitima la libertad y amplitud que caracteriza a la danza contemporánea. “No es un concurso, ya hay sitios para competir. A mí lo que me interesa es compartir, que distintos profesionales de distintos niveles y con inquietudes diferentes vengan aquí a conocer gente, compartir un espacio, intercambiar opiniones y experiencias”.
Esa necesidad de compartir, palabra que antepone, fue el detonante de todo hace siete años. “Beta nació de mi deseo de compartir en el escenario, de ver que había gente talentosa por allí que no tenía un espacio para mostrar su trabajo ni la posibilidad de estrenar en condiciones, sin tiempo para un buen ensayo tecnico, sin posibilidades de una buena grabación o unas buenas fotografías, gente que veía rechazadas sus obras en los concursos”.
Otro objetivo es buscar más amantes para la danza, generar nuevos públicos. A lo largo del año desarrolla los programas Una mañana y Una tarde en Danza, con una selección de artistas que han participando, organizando funciones en las que reúne chavales desde los 10 hasta los 17 años de colegios de la ciudad.
De cara la profesión, hoy siente especial orgullo al ver cómo han crecido algunos participantes de años anteriores. “Por aquí han pasado muchos coreógrafos hoy reconocidos cuando aún no tenían un nombre y también bailarines que se decidían a crear por primera vez, gente con mucho nivel que encontró en Beta Pública su primera oportunidad como Mario Bermúdez, Poliana Lima, Lucía Marote, Gentian Doda o Fernando Carrión, que estrenó su primer trabajo con nosotros”, concluye.
