DEBORAH HAY (POR LO PRONTO) POSPUESTA
El arranque de temporada del Mercat de les Flors se ha visto trastocado por la decisión del Cullberg Ballet sueco de no viajar a España, temeroso de la pandemia
Foto: URBAN JÖRÉN
Estaba pensada a lo grande. La nueva temporada del Mercat de les Flors, de Barcelona, abría, del 1 al 3 de octubre, con la presencia en pleno del Cullberg Ballet sueco presentando Figure a Sea, la creación que la legendaria coreógrafa norteamericana Deborah Hay les había montado en exclusiva hace ya cinco años, con música de otra celebridad de las vanguardias, la cantautora Laurie Anderson. Pero todo se ha venido abajo (aunque no hasta el suelo) por culpa una vez más del coronavirus. Con la pandemia descontrolada en nuestro país, el equipo de Estocolmo ha decidido no viajar.
En un esfuerzo conjunto, la compañía hará el día 1 en Suecia la representación de la obra, que se verá en streaming en directo en el Mercat, que mantiene las actividades paralelas que había programado. Esto es, la proyección del documental Deborah Hay, Alignment is everywhere, los días 1 y 2, y la performance Traduciendo como bailarín (a), el día 3. Pero aún más allá, podríamos hablar de que las funciones del Cullberg, solamente se han pospuesto. En realidad, este arranque de temporada significaba el preámbulo de la Constelación Deborah Hay, que la casa de la danza de Barcelona mantiene programada para el mes de marzo, en el que rendirá todo un homenaje a esta destacada creadora, pionera de la posmodernidad y emblema del movimiento de la Jusdson Church de Nueva York, junto a luminarias de la talla de Yvonne Reiner, Lucinda Childs o Trisha Brown. De momento, ambas instituciones están viendo la posibilidad de encajar Figure a Sea dentro de este marco.
La cartelera nacional aparece más frágil que nunca. La percepción de España como país peligroso en estos momentos está provocando numerosas cancelaciones. También afecta, en general, la crisis mundial por coronavirus. Teatros del Canal, de Madrid, y el Centro Cultural Terrassa, entre otros, tuvieron que cancelar las actuaciones de previstas de Kibbutz Dance Company porque el aumento de casos obligó al gobierno a confinar nuevamente Israel, por lo que la compañía de Tel Aviv no pudo viajar.
