UNA ODISEA COREOGRÁFICA
El Festival Dansa València presenta el próximo martes, en el Teatro Principal, a la compañía Lava del Auditorio de Tenerife, con su exitoso programa doble Beyond / Bending The Walls. Analizamos…
Texto_OMAR KHAN Foto_MARCOSGPUNTO
Madrid, 7 de noviembre de 2020
Tras el receso obligado por el confinamiento, Lava, la compañía del Auditorio de Tenerife, ha reiniciado actividades con una gira en la que retoma el programa doble con el que quedó fundada en 2019. Ya han estado en Barcelona y Málaga, y próximamente A Coruña. Esta semana entrante, el día 11 de noviembre, será el turno del Festival Dansa València, presentándose en el Teatro Principal de la ciudad. Se trata de un par de coreografías muy contrastadas entre sí que coinciden, cada una a su manera, en el rigor y las exigencias formales de sus coreógrafos: Bending The Walls, del creador español Fernando Hernando Magadán, recién nombrado director del NDT2 holandés, y la muy sideral Beyond, que les montó Damián Muñoz & Virginia García, de La Intrusa Danza, de Barcelona.
Las referencias de Beyond hay que ubicarlas de manera muy específica en el cine serie B de ciencia ficción de los 70 y 80’s. Un ordenador inteligente color naranja vintage y pariente seguro del HAL 9000, del Stanley Kubrick de 2001, odisea del espacio, parece dirigir desde arriba toda la coreografía. Escanea los cuerpos, los sigue con su luz amenazadora, los escruta con su ojo orweliano de Gran Hermano. Sin excesos dramáticos, la danza transmite la sensación de asilamiento y locura que reina en la tripulación danzante de esta nave que avanza a ciegas por el espacio.
Hay muchos detalles reveladores de un conocimiento, una afición, un fanatismo quizá, por ese cine de otro tiempo, que hace totalmente entrañable la propuesta. La Intrusa aborda los temas filosóficos clásicos y todos los tics del género sin pretensión de ser película. Allí el mérito. Es danza de ciencia ficción, una coreografía de estética retro que se construye a partir de referencias cinéfilas muy reconocibles. De bellísima factura, consigue el gran final épico, típico y trágico, de las sagas estelares.
En las antípodas, Bending The Walls trae a los cuerpos de Lava la rigurosa y perfectamente identificable estética del NDT, la relevante compañía holandesa. Fernando Hernando construye, desde la belleza en términos absolutos, una coreografía delicada y emocionante, en la que los bailarines parecen esforzarse por levantar una pared. Poblada de ladrillos, la pieza parece balancearse sin decantarse por las múltiples connotaciones que un ladrillo tiene. La construcción de una casa, la edificación de un sueño o algo que aspira a serlo, labrarse un camino, buscar estabilidad…
En medio de la placidez aparente, el coreógrafo introduce rupturas bruscas, que ponen el escenario en emergencia con pulsaciones sonoras como martillazos que avanzan decididas hacia un tronar escénico, en una pieza sobre todo elegante que sabe medir muy bien su crescendo.