AIRES ANCESTRALES
Debuta en España la Compañía Nacional de Danza de Gales con obras de los creadores españoles Marcos Morau y Mario Bermúdez. Será en el Museo de la Universidad de Navarra, en Pamplona, mañana y pasado
Texto_OMAR KHAN Foto_RHYS COZENSBAJA
Madrid, 2 de septiembre de 2019
La National Dance Company of Wales (NCDW), desde el año pasado bajo la direccion artística de Fearghus O'Conchuir, es peculiar en su estilo. Construye su repertorio con creadores locales e invitando a coreógrafos que no hayan presentado su trabajo en Reino Unido. De esta forma, en los últimos años, han aparecido en Gales artistas prometedores, en su mayoría jóvenes talentos europeos en ascenso, entre los que cabría destacar el sueco Alexander Ekman, que les montó Tuplet en exclusiva, el belga Jeroen Verbruggen con A mighty Wind o Roy Assaf, de Israel, con Profundis, al tiempo que apostaban por la británica Caroline Finn, que ocupó la dirección artística del equipo de Gales en 2015 y desde el año pasado es su coreógrafa residente. Esta filosofía también ha supuesto una oportunidad para dos jóvenes creadores españoles: Marcos Morau, de La Veronal (Cataluña), y Mario Bermúdez, de Marcat Dance (Andalucía).
Justamente la inclusión de estas dos creaciones exclusivas, más Folk, trabajo reciente de Finn, se apuntan como los atractivos añadidos de la primera visita que NCDW hace a España. El Museo de la Universidad de Navarra (MUN) los ha invitado y mañana, jueves 3 de octubre, y pasado, estarán bailando en el teatro que alberga el imponente edificio de Moneo dentro del campus de Pamplona.
Morau / Bermúdez/ Finn
Como es ya usual en el trabajo de Marcos Morau, en Tundra (foto superior) resuenan ecos de culturas más que lejanas, ajenas. Ésta vez ha sido el folclore ruso la fuente de inspiración para una propuesta coral, visualmente potente, que contrasta sus aires ancestrales con un rectángulo de neón, blanco y frío, que parece cercar el espacio de los ocho bailarines, que se mueven coordinados y sincronizados en lo que parece un ritual, en el que usan sus brazos y piernas como nexo de union hasta hacer de los ocho un único ente danzante, en una pieza que acusa la estética y belleza que ya es característica de La Veronal.
Atalaÿ en cambio, trae el sello, estético y formal, que caracteriza a la joven agrupación Marcat Dance, dirigida en Jaén por el ex bailarín de la Batsheva de Israel Mario Bermúdez, quien aceptó este encargo para el equipo de Gales, condiconándoles con el número cuatro. Así nos los explicaba el creador en reciente entrevista cedida a susyQ: “La creación se llama Atalaÿ y viene de la Atalaya, ese torreón en la montaña desde el que divisas el paisaje, adviertes de un ataque y vigilas desde las cuatro esquinas. Como el número mandaba, dividí la obra en cuatro secciones que se corresponden a su vez con los cuatro elementos. Salió un poco árabe, la verdad. Estaba ocurriendo toda esta tragedia en Siria y quería recordar que la comunidad árabe existe. Soy humano antes que bailarín y por eso intento que las emociones estén siempre en mis piezas”.
Parece encajar en este programa del NCDW Folk (foto inferior), la creación que nos permitirá aproximarnos al trabajo de Caroline Finn, que se mueve en los territorios de una danza teatro muy evocativa de otros tiempos. La presencia de las fuerzas de la naturaleza (las raíces de un árbol, las hojas de otoño, la simbología que pueden encerrar para los humanos) nos remiten a prácticas espirituales de siempre, y al tiempo nos hablan del comportamiemnto humano, como ya hacía en otras obras suyas creadas para el colectivo de Wales como The Green House, una casa donde todo era verde, Passion o su singular revision del clásico Parade, de Los Ballets Rusos, montados desde su propia óptica.
Adicionalmente a las representaciones, Fearghus O'Conchuir ofrecerá una master class el día viernes en Pamplona. El programa queda dividido así: Tundra, de Marcos Morau se verá ambos días, Folk, solamente mañana, y Atalaÿ, el viernes.
