Memoria reactivada
Arranca hoy, 27 de septiembre, el Festival Dantzaldia, todo un referente de la danza en Bilbao, organizado por La Fundición, que este año enfrenta pasado y presente en sus propuestas
Texto_OMAR KHAN
Aseguran Laura Extebarría y Luque Tagua, directores de La Fundición, destacado espacio escénico de Bilbao, que hay que conocer de dónde venimos para saber dónde queremos ir. Y a este pensamiento certero han querido dedicar este año la nueva edición de Dantzaldia, el festival de danza que dirigen desde hace ya 19 años, y que arranca esta noche (27 de septiembre) en la Sala Rekalde con Entre dos sombras, de Fabián Thomé, director de la compañía madrileña Full Time Company y ex bailarín de Sidi Larbi Cherkaoui, que ha montado este solo que cuenta con música en directo del compositor tradicional y contemporáneo coreano Park Woojae.
En líneas generales, la programación de Dantzaldia 2018 gira en torno a este tema de la memoria y la transmisión, vinculando, enfrentando y contrastando pasado y presente a través de un puñado de propuestas inteligentemente seleccionadas que en su mayoría exploran nuestros vínculos con el ayer para de alguna manera explicar nuestro hoy. Empezando por ellos mismos que, en 1998, programaron en su sala a un joven escandaloso proclamado el enfant terrible de la no-danza francesa, que presentó en La Fundición una propuesta que tituló con su propio nombre: Jérôme Bel, una oda a la simplicidad del cuerpo que huía del erotismo y la belleza, dos de los más recurridos estereotipos de su representación. A 20 años de aquella función, Jérôme Bel vuelve a Bilbao con Jérôme Bel (4 de octubre) pero hay de por medio un recorrido de dos décadas que, por un lado han convertido al creador francés en un reputado coreógrafo de vanguardia que ahora reniega del término no-danza y por otro, a La Fundición en un bunker de resistencia, que es toda una referencia de la vanguardia escénica de la ciudad.
Otra perspectiva supone la presencia en Dantzaldia del pionero de la danza contemporánea catalana Cesc Gelabert, con un espectáculo que repone tres solos breves (Al Capone, Fandango, Preludis) que serán explicados y comentados por él mismo el día 13 de noviembre. El pasado de la compañía de Gelabert es obligatorio para entender el devenir de la nueva danza en Cataluña y en España. Su presente, no obstante, le ha convertido en un superviviente, un emblema que ha cerrado su compañía y ha visto mermar su actividad por la indolencia de las instituciones.
Hija de investigadores preocupados por la preservación de la danza española, un segmento del pasado que parecía en peligro de extinción, no es de extrañar que la destacada cultora de Nuevo Flamenco Olga Pericet sienta esa necesidad de mirar hacia atrás y encontrarse con la legendaria bailaora Carmen Amaya, pero no para contarla ni imitarla sino para confrontar su tiempo con el suyo y su baile con el suyo, en el proyecto Enfoque (10 de noviembre), que tendrá en Bilbao la primera de una serie de citas coreográficas que son las que irán configurando esta obra que se estrenará en Madrid, en 2019.
Los rituales religiosos del pasado remoto de la humanidad son la inspiración que ha guiado a Asun Noales, directora de la compañía alicantina Otradanza, a montar la imponente instalación Rito (29 de noviembre), un dueto de aires ancestrales que siglos más tarde se representa y evoca a través de la performance, una de las formas claves del arte escénico de nuestro presente.
La programación de Dantzaldia 2018 se completa con Perra de nadie (25 de noviembre), el nuevo unipersonal de la siempre desgarradora creadora y bailarina catalana Marta Carrasco, la propuesta Guerrero (22 de noviembre), en la que el bailaor gaditano Edu Guerrero revisa su relación con las mujeres en su vida y la muy lúdica Amigoo (17 de noviembre), de la compañía catalana de Nuevo Circo Mumusic. Adicionalmente, habrá talleres, encuentros con los artistas y otras actividades paralelas.
