DECONSTRUIR PARA CONSTRUIR
La célebre Compagnie Marie Chouinard, de Quebec, aterriza esta noche en los Teatros del Canal en la recta final del Festival Madrid en Danza. Hablamos con Carol Prior, bailarina de la compañía durante más de dos décadas...
Texto JUDIT GALLART Fotos_SYLVIE-ANN PARÉ
Madrid, 07 de junio de 2023
Algo especial tiene que tener una compañía para poder contar con una trayectoria tan longeva como la Compagnie Marie Chouinard. Precisamente, son los más de 30 años de actividad con los que cuenta la agrupación canadiense los que han permitido a su fundadora, Marie Chouinard, pionera de la vanguardia dancística de Quebec, desarrollar un estilo tan único que resulta fácilmente identificable en cada una de sus creaciones, un repertorio conformado por más de 50 coreografías. La última, titulada simplemente M y estrenada hace pocas semanas en su país, irrumpe esta noche (con función adicional mañana) en los Teatros del Canal, de Madrid, en la recta final del Festival Madrid en Danza.
Carol Prior es la bailarina que más tiempo lleva actualmente en la compañía, 23 años en concreto, pero afirma que el ambiente tan rico y en constante evolución que prima en la compañía hace que nunca haya dos días iguales. “La compañía me aporta un desarrollo y un crecimiento artístico y personal, cada día es muy diferente, aunque hagas la Consagración de la Primavera que tiene más de 30 años, cada noche cuando subo al escenario las sensaciones son muy distintas”.
Cuando le preguntamos por aquello que más valora de formar parte de un elenco como la Compagnie Marie Chouinard, Prior parece tenerlo claro: “Soy muy afortunada de poder actuar mucho, hacemos muchas giras, pasamos mucho tiempo en el escenario y al final es ahí donde ocurre el arte. También estar al lado de una creadora como Marie es muy positivo, para mí, es como una gran antena, ella inspira muchísimo y compartir este aprendizaje con ella es muy enriquecedor”, afirma.
Reconoce la labor de Chouillard en lo que respecta a la construcción del panorama artístico que impera en Montreal, ciudad en la que se encuentra situada la compañía. “Marie ha podido asentar una estructura sobre la danza, especialmente en cuestión de galardones, gracias a ella se han podido hacer entregas de premios cada año y eso ha permitido crear en Montreal toda una estructura en la que se celebra el mundo del arte”.
Pelucas de colores
La marca distintiva de M quizá está en su colorido, en su fuerza visual y sonora. “Presenta un mundo muy colorido y muchos movimientos vienen de los sonidos que empezamos a grabar en un principio, es decir, la música está basada en cantos algo extraños que fuimos creando. Se llega a una especie de construcción matemática a través de la deconstrucción de todos los movimientos y son muchos los pasos que hemos tenido que recorrer para llegar a este punto. Al fin y al cabo, es una pieza grupal y estamos en pleno de proceso de descubrimiento. Luego está el tema de los colores, vamos con pelucas y pantalones de colores, hay un contraste muy grande con la iluminación que nos puede evocar a los dibujos animados o el manga japonés, pero sigue siempre muy presente la respiración y la cualidad humana, además de que habla de la sociedad”.
Y es que M es un trabajo fuertemente marcado por el contexto en el que fue desarrollado: la pandemia. “Es una pieza muy muy nueva para todos y está suponiendo un proceso de aprendizaje. Se creó durante la pandemia y en Montreal se vivió de una forma muy distinta a España, no había teatro, estaba todo cerrado y nos pasábamos el tiempo en el estudio, pero Marie estaba separada del resto. Lo que creamos se basaba mucho en la respiración y en el movimiento de los pulmones, lo cual es interesante cuando se piensa que se creó durante el covid”, concluye.
