UNAIUNA SON DOS
Laura Lliteras, que es una de las dos, nos da detalles de ‘Hacemos como que bailamos’, la pieza que la compañía balear estrena hoy en el Festival Palma Dansa. Léelo…
Texto_OMAR KHAN Fotos_NORA BAYLACH
Palma, 13 de mayo de 2023
Son dos y se llaman Unaiuna. Son bailarinas pero en su trabajo reciente hacen como que bailan. Son mallorquinas pero trabajan principalmente en Barcelona. Laura Lliteras y Marina Fullana han dedicado a la danza su última danza, la coreografía Hacemos como que bailamos para cinco intérpretes, ellas incluidas, que tras su estreno en el Festival Dansa Metropolitana, de la capital catalana, irrumpe esta noche en el Teatre Principal, de Mallorca, en la recta final del Festival Palma Dansa.
“No quiero que suene a Mister Wonderful pero creemos que hay que vivir con intensidad y ganas de bailar”, asegura convencida Laura Lliteras. “Se trata de una pieza sobre el placer de la danza en la vida, no en el escenario, que habla del disfrute del movimiento. Muchas de las ideas de la pieza se generaron en talleres que hicimos con gente que no baila profesionalmente, de la que aprendimos un montón. Hubo uno con mujeres mayores de 60 años, aquí en Mallorca, y otro con estudiantes de ballet en una residencia en Portugal”.
El currículo corto, apenas tres piezas de calle y dos de sala, delata la juventud de la compañía Unaiuna, que nació en 2016 de la amistad y sintonía entre estas dos mallorquinas que coincidieron en el Institut del Teatre, de Barcelona, donde hicieron un dúo que fue germen de su alianza. Reacomodado lo presentaron (y ganaron) en la primera edición española del Festival SoloDos, de Costa Rica, lo que les permitió bailarlo en el país centroamericano. Les ofrecieron bolos por España… y ya estaba en marcha Unaiuna, compañía de dos.
“Nos llevamos mucho, nos compensamos bien. Ya sin hablar nos entendemos. Coincidimos en la estética, en la dramaturgia, en los grandes aspectos pero en realidad somos muy diferentes, y se nota en los detalles, en lo pequeño, así que los procesos son de mucha discusión”.
Lo que nos mueve
Pero desde de las diferencias y las discusiones, aflora el discurso. “Nuestro trabajo lo hacemos desde la inconsciencia pero, al mismo tiempo, muy conscientes de que nos gusta reflexionar sobre temas que nos mueven y nos ocupan, todo pasado por el filtro de la ironía y el sarcasmo”, nos explica Lliteras, que desde hace más de un año ha vuelto a vivir en Baleares, a diferencia de Fullana, que se ha quedado en Cataluña. “Es verdad que desarrollamos el trabajo en Barcelona pero no queremos perder el arraigo, queremos que en Mallorca la danza crezca y se desarrolle, queremos aportar. Lo que ocurre es que cuesta mucho, aquí cuesta emprender una revolución, un cambio”.
Por lo pronto, tienen la cabeza ocupada con Scroll, una nueva creación que les coproduce el Teatro Principal, de Palma, en la que, como novedad, no bailan ellas. Pero ni de lejos esconden la intención de no bailar más. Hay mucha danza que no es suya y las reclama por ahí fuera. Laura Lliteras lo ha experimentado. En sus inicios, con Cesc Galbert, más recientemente. con Marcos Morau, de La Veronal. La danza está en su ADN. “Y eso que la mía es una historia de lo más típica. Mi madre me apuntó a ballet y me gustó”, confiesa. “Me gustaba practicarlo pero no tanto escenificarlo, no era mi camino, así que me fui al Institut del Teatre a hacer contemporáneo”.
