vjohnson1

UNA OVACIÓN PARA VIRGINIA JOHNSON 

Dance Theater of Harlem, la primera compañía afroamericana de ballet en USA, despide mañana en Nueva York a la que fuera su gran estrella y actual directora artística, que se jubila a los 73 años. Te contamos su aventura…

 

Texto_OMAR KHAN Fotos-DTH

Madrid, 18 de abril de 2023

No hay que ser adivino para vaticinar que mañana por la noche, en el legendario City Center, de Nueva York, habrá una emocionada ovación que arrancará lágrimas a los asistentes. No se trata de otra función más de Dance Theater of Harlem (DTH), la primera compañía norteamericana de ballet clásico integrada exclusivamente por bailarines negros, sino del último programa que diseñó para ellos Virginia Johnson que, a sus 73 años, se despide de la compañía donde brilló como estrella durante 28 años y en la que ha sido directora artística durante los últimos doce.

El programa que presenta no es retrospectivo, no lleva los grandes ballets montados por la compañía a lo largo de sus 54 años de existencia, sino que es emblemático de una agrupación que, liderada por Johnson, ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder su esencia reivindicativa, muy en la línea del actual movimiento Black Lives Matter. La inclusión de obras de Balanchine, que en vida jamás imaginó ni vio a una bailarina negra interpretando sus obras, William Forsythe o la muy festiva Coming Togheter, de Nacho Duato, forman parte de la línea habitual de la compañía pero el estreno de Sounds of Hazel, encargado a la coreógrafa Tiffany Rea Fisher es, adicionalmente, una declaración de intenciones.

Se trata de una exaltación de la figura de Hazel Scott, célebre intérprete del jazz que, de niña, fue un prodigio del piano que pudo haber triunfado en el mundo de la música clásica pero tuvo que cambiarse al jazz, porque era el único ámbito en el que una artista negra podía sobrevivir. “Esta obra es representativa de lo que he estado tratando de hacer como directora artística de esta compañía: asegurarme de que contamos historias silenciadas de nuestro pasado”, ha dicho Johnson.

No está muy lejos la historia de Hazel de la que vivió personalmente Virginia Johnson. Se formó en la Escuela de Ballet de Washington, graduándose en 1968 como la única estudiante negra no solamente de su promoción sino de toda la historia de la institución. Era una estupenda alumna y todo un potencial pero se iba de allí con la certeza de que no iba a bailar, ni siquiera en el cuerpo de baile, de ninguna de las grandes compañías norteamericanas de ballet, donde independientemente del talento, ningún negro era admitido.

 

vjohnson2

 

Un proyecto quimérico

Emigró entones a Nueva York, quizá creyendo que una ciudad cosmopolita ofrecía más oportunidades. Allí tomó clases con Arthur Mitchell [el primer afroamericano en bailar para el New York City Ballet], a quien no pasó inadvertido su talento, así que la invitó a unirse a un proyecto quimérico que tenía en mente: una compañía afroamericana de ballet que, en 1968, terminó fundando en un garaje de Harlem, medianamente acondicionado.

Es verdad que en la misma Nueva York estaba el precedente de la Ailey Company, compañía exclusivamente de bailarines negros, que Alvin Ailey había fundado en 1958, pero se movía más en los terrenos de la danza contemporánea. El verdadero hallazgo de DTH fue legitimar el ballet clásico en la comunidad artística negra. Y en este sentido, Virginia Johnson no era únicamente la gran estrella virtuosa y versátil que toda compañía desea sino un ejemplo y estímulo para niñas negras de todo el país que soñaban con el ballet clásico. Su gran papel, como protagonista de Giselle Creole, demostró que una bailarina negra podía encarar un rol relevante del repertorio académico. Y eso insufló esperanzas.

Tras tres décadas exitosas y maravillosas, se retiró de los escenarios en 1997, convirtiéndose en fundadora y directora de la revista de ballet Pointe Magazine (aún activa), donde permaneció de 2000 a 2009. En ese entonces Dance Theater of Harlem ya era historia. Ahogada por una insostenible situación financiera había cesado sus actividades en 2004.

En 2011, después de ocho años de silencio, Mitchell decidió reabrirla y, una vez más, llamó a Johnson, ésta vez para que se pusiera al frente de la dirección artística, mientras él permanecería como director emérito (cargo honorífico que ocupó hasta su muerte, en 2018).

En estos doce años, DTH se ha re-posicionado como una de las compañías de ballet más importantes del país y la gran compañía inclusiva de ballet de Norteamérica, gracias al sentido visionario de Johnson, que ha huido de la tentación de reconvertirla en compañía museo, abriéndola hacia la modernidad. Le sucederá en el cargo, el veterano Robert Garland, actual director de la Escuela del DTH que, por mucho tiempo, ha sido coreógrafo residente de la casa.

FOTO SUPERIOR: Virginia Johnson bailando en el debut de DTH en el Museo Guggenheim, de Nueva York, en 1971. FOTO INFERIOR: Alumnas de la Escuela de DTH durante una clase. 

ESPECIAL DANCE FROM SPAIN 2023

Dance from Spain 2023
Descargar

Revista MTD Legacy, Academia de Teatro y Danza de la Universidad de las Artes de Ámsterdam 

Cover DFS 2021
Descargar

SUSCRÍBETE AL BOLETÍN

 

Suscríbete a susyQ

¡Y recibe la revista en tu casa!
Puedes pagar con Paypal o con  tarjeta de crédito:
 

Suscripcion SusyQ

 

Danza News

DDC DANZA / PROYECTO LANZA

ddc01

IDENTIDAD Y MEMORIA 

Se apropian esta semana del Teatro Alhambra granadino Cristian Martín y Daniel Doña, quienes presentan sucesivamente sus nuevas creaciones ‘Acto I. Lugar de encuentro’ y ‘El verbo’. Te lo contamos…

Leer más...
 
CAMBIOS EN EL ENTE PÚBLICO

deluz

JOAQUÍN DE LUZ FUERA DE LA CND 

El Inaem no renovará su contrato, que finaliza este agosto. En las próximas semanas se abrirá el concurso para elegir sucesor. Te lo contamos…

Leer más...
 
GAUTHIER / TEATRO ARRIAGA

gauthier01

NUEVOS CISNES 

Gauthier Dance visita Bilbao hoy y mañana para presentar su creación ‘Swan Lakes’, con obras de Chouinaard, Shechter y Naharin. Te lo contamos...

Leer más...
 
Volver