DESDE LA GUERRA HACIA LA PAZ
El Festival Dansa València ha desvelado ayer la potente programación que ha preparado para su nueva edición, que se celebrará del 15 al 23 de abril próximos, ofreciendo una panorámica de la danza nacional. Te lo contamos todo…
Texto_OMAR KHAN Fotos_PABLO LORENTE / JOSÉ CALDEIRAS
Madrid, 22 de marzo de 2023
Al inicio será la guerra pero luego, al final, todo será espiritualidad y paz. Entre esos extremos se moverá la trigésimo sexta edición del recuperado y fortalecido Festival Dansa València, que anunció ayer su abrumadora programación que se desplegará en doce espacios de la ciudad, entre el 15 y el 23 de abril próximos. Inaugura la profunda y estéticamente deslumbrante propuesta Pharsalia (en la foto), del creador cordobés anclado en Madrid Antonio Ruz que, desde el campo de batalla representado bajo una enorme cúpula traslucida, reflexiona sobre los horrores de la guerra, y clausurará el evento esa experiencia de meditación y trascendencia espiritual que es ∞ {Infinito} del colectivo catalán Humanhood.
Lo que ocurrirá entre medias aspira a ser una concentración de lo más relevante de la producción dancística nacional reciente, lo que a su vez permitirá una aproximación a esas preocupaciones que mueven y remueven a los coreógrafos nacionales. En la larga lista conviven jóvenes emergentes y artistas ya consagrados como el tinerfeño Daniel Abreu, con su nueva creación DALET (Da), o Marcos Morau, director valenciano de La Veronal, en Barcelona, que generosamente ha montado a la jovencísima compañía Led Silhouette, de Navarra, el inquietante dueto Los perros.
“En esta década acelerada, globalizada y maltrecha por la pandemia reciente, el odio volcado en internet y la guerra en los márgenes de Europa, la danza plasma una búsqueda común de la identidad personal y colectiva, ya sea a través de trabajos de introspección, ya en la revisión contemporánea de la tradición. El signo de los tiempos se hace cuerpo en esta edición del festival”, reflexionaba durante la presentación María José Mora, directora del relevante encuentro valenciano, que este año se mueve bajo el lema “Vida Ressonant”.
La oferta concentrará 33 compañías, 16 de ellas valencianas; dos invitadas internacionales y 15 del resto del Estado, procedentes de Cataluña, Madrid, Andalucía, Islas Baleares, Navarra e Islas Canarias. En total se han programado 38 representaciones, de las que tres son estrenos absolutos y dos serán ‘works in progress’.
Tendencias
Llama la atención que abundan en la programación de este año las propuestas que miran, revisan, poetizan y reinventan las tradiciones desde ángulos muy distintos. El neofolk ensancha su camino y gana territorio en nuestros creadores, pero no es un fenómeno local sino más bien globalizado de la nueva danza internacional, que ahora parece mirar sin prejuicios la riqueza y potencial ocultos en esas danzas populares, en otros tiempos denostadas y señaladas como museos folclóricos.
Luz Arcas, directora de La Phármaco, la andaluza La Chachi o el colectivo madrileño Mucha Muchacha darán ejemplo de esta tendencia en Dansa València. Arcas reinventa tradiciones de su Málaga natal, en Mariana; la rompedora y excéntrica bailaora andaluza recoloca el flamenco en otro lugar, desde su propuesta Taranto aleatorio y las muchachas madrileñas cabalgan hacia al futuro en Para cuatro jinetes, creación que reflexiona sobre las raíces y se pregunta, entre tantas otras, qué cosas de nuestro tiempo se considerarán folclore en un futuro lejano.
Natalia Fernandes mira desde aquí hacia su Brasil natal y su fiesta mayor, en El carnaval no es alegre, y Laimperfecta, de Madrid, presenta su exhaustiva y minimalista revisión folclórica con gesto rave en Sudar folclore. La compañía de Marco Da Silva Ferreira, la gran invitada internacional de este año, también ahonda en asuntos de la memoria, la identidad colectiva y la carga cultural, en su creación Carcaça (en la foto).
Si hoy el tema de la reivindicación femenina cobra relevancia en la sociedad, notamos que la danza se hace eco. La ascendente creadora Poliana Lima (con residencia en Madrid) explora el deseo femenino en su nuevo unipersonal Oro negro; la valenciana Paula Serrano desdibuja la sexualidad de la mujer en su propuesta Sexy Suggestion y el alicantino Jacob Gómez revisa las vivencias infantiles de sus hermanas, en Meohadim.
Las inquietudes que generan las nuevas tecnologías no podían faltar, trasladándose al escenario en propuestas como Aclucalls, en la que el colectivo catalán laSADCUM explora desde lo coreográfico la virtualidad de los cuerpos en la sociedad postinternet, mientras que la nueva pieza de la joven compañía valenciana Dunatacá (programada dentro del Focus Valencia, relevante encuentro profesional que ocurrirá dentro del festival), se interesa por la manera en que los dispositivos elctrónicos han invadido nuestras vidas en Siri. ¿tú qué piensas?
Como es lógico y necesario, el festival cede un espacio importante a las compañías valencianas, contando este año con la participación de 16 grupos y artistas de la Comunitat, que permitirán medir el pulso y verificar la temperatura del movimiento de danza local, que parece en efervescencia, con la participación de las agrupaciones Societat Doctor Alonso, Marroch, Hort-Art, Compañía Kiko López, Eyas Dance Project, Compañía Dunatacá, Cave Canem, Compañía Jacob Gómez y Valencia City Cypher, y creadoras como Rosa Sanz, Pepa Cases, Paula Serrano, Wako/Eduardo Zúñiga, Mar Garcia y Javi Soler, Cristina Gómez y Blanca Tolsá.
