BAILAR EN TIRANA
Gentian Doda, ex bailarín de la CND, intenta consolidar la danza en Albania. Mañana estrena en su ciudad ‘Actus, For Vjosa’, algo más que una coreografía. Nos lo ha explicado…
Texto_OMAR KHAN
Madrid, 23 de octubre de 2022
Decir que Actus, For Vjosa, la ambiciosa coreografía que Gentian Doda estrena mañana en el Teatro de Ópera y Ballet de Tirana, es simplemente un homenaje al río Vjosa parece una ida bastante reduccionista. Por supuesto ese río, el último salvaje de Europa, cuyo curso avanza desde Grecia hasta Albania, está en el foco e inspiración de esta creación del Was Bleibt Kollektiv, equipo de artistas que lidera Doda, bailarín y coreógrafo albanés que fuera integrante del elenco de Nacho Duato cuando dirigía en Madrid la Compañía Nacional de Danza (CND).
Pero según desde donde se mire, la obra es mucho más que una coreografía. Por un lado, aspira a ser un llamado de atención ecologista para proteger de la acción humana a este imponente río salvaje y por otro, es un intento serio por estimular la consolidación y dar estabilidad a una corriente de danza contemporánea en Tirana, donde esta disciplina apenas tiene desarrollo, visibilidad y seguidores.
Con música original compuesta por Çezar Aliaj y la participación de un equipo internacional de bailarines, que reúne a intérpretes albaneses y europeos, figurando entre ellos la italiana anclada en Canarias Emiliana Battista o Francisco Lorenzo, también ex bailarín de la CND, la obra aspira a ser, en palabras de su creador, “un acto de salvación ante la inestabilidad y la pérdida”.
¿Cómo surge esta creación?
Grupos ecologistas luchando por la causa de este río me preguntaron si me animaba a hacer una obra alrededor de esta idea y de inmediato acepté, porque sí que tenía una idea. En 2018 yo había montado This silence, para Juilliard en Nueva York, que estaba inspirada en el concepto de las sociedades líquidas de Baumann, que ha terminado siendo la base de Actus for Vjosa, en la que no hay una reproducción literal del río. La obra intenta enfocarse en tres principios: la pérdida, la necesidad y la esperanza.
¿Cómo funciona Was Bleibt Kollektiv?
No es una compañía al uso, es un laboratorio. Somos un grupo de artistas que creamos esta estructura para sacar adelante nuestros proyectos. Entre los que participan están Susana Riazuelo, Fabrice Edelemann, Nicolas Fitschel o Dimo Kirilov, que también fue compañero en la CND, y hemos conseguido muchos apoyos, muchos partners que dan impulso a nuestras ideas. De hecho, con Dimo estamos en proceso de montaje de otra obra y ya hicimos juntos la película de danza Gjurmë/Trails. Seguimos colaborando por afinidad artística y cultural, ya sabes los Balcanes son los Balcanes.
Tras una carrera internacional relevante ¿qué le ha hecho volver a Tirana, su ciudad?
No tenía pensado centrar mi trabajo en Albania. Yo en realidad vivo en Alemania porque mi mujer, Susana Riazuelo (otra ex bailarina de la CND de Duato) trabaja en Dresden para la compañía Semperoper pero tras el covid, me ofrecieron la dirección del Teatro de la Ópera de Tirana y les dije que no. Es un teatro muy limitado, no funciona bien y tiene una línea errática de competitividad. Hay más posibilidades trabajando desde fuera, lo que te permite organizar workshops con maestros extranjeros, montar obras como Actus, for Vjosa, en la que conviven bailarines internacionales invitados y locales, buscar apoyos y recursos de instituciones extranjeras.
¿Cuál es la situación actual de la danza en Albania?
En realidad, no hay una cultura de la danza contemporánea. Existen algunas compañías y hay mucho talento pero no hay visión ni compromiso. No hay incentivos, no hay una red de teatros ni proyección internacional. Creas una obra y muere tras las primeras tres funciones. No hay dinero para invitar compañías, para pagar maestros o traer información de fuera. Hay un proteccionismo que no es funcional, porque quieren que en las producciones apoyadas oficialmente el talento sea íntegramente albanés. Pero todo eso va a cambiar. Estamos trabajando duro para revertir esta situación.
¿Sigue bailando?
Sí, claro. Los días 3 y 4 de noviembre habrá en Tirana un festival de danza impulsado por el coreógrafo francés Angelin Preljocaj, que también tiene ascendencia albanesa, y me ha invitado, así que estrenaré mi proyecto en tres partes Sub Rosa Dictum, en tres galerías distintas.
¿Y su vinculación con Nacho Duato?
Con Nacho sigo. Son más de 30 años de relación. Fui su brazo derecho durante todo su período como director del Staatsballett Berlín y seguimos colaborando. Ahora mismo tenemos un proyecto en Dresden. Ya no es una relación profesional, hay amistad. Me apoyó cuando estuve en la CND, donde entré cuando tenía apenas 24 años. No me hice coreógrafo por él pero conté con su apoyo para realizarme.
