SURGE MADRID DESVELA SU AGENDA
Se presentó esta semana la novena edición del festival de la Comunidad de Madrid que, en septiembre, vuelve a colmar las salas alternativas. Parece que hay poca danza pero no es verdad. Te lo contamos…
Texto_OMAR KHAN Fotos_VIRGINIA ROTA
Madrid, 22 de julio de 2022
Además de todo lo [bueno] que supone un bombardeo simultáneo de estrenos escénicos absolutos en las salas alternativas de Madrid y aledaños, el IX Festival Surge Madrid también puede ser tomado como ejemplar de lo que ocurre en la escena aquí y ahora. Un primer vistazo a su programación de 2022, que tendrá lugar del 26 de septiembre al 30 de Octubre próximos en 23 salas alternativas de la Comunidad, puede conducir a engaños. Bajo la denominación Lenguajes relacionados con el movimiento, un término cuidadosamente escogido que ya asoma cautela a la hora de mencionar la danza, aparecen inscritas solamente tres propuestas de las 36 que conforman la amplia y generosa muestra. Parece poca danza.
“En absoluto”, replica Alberto García, creador y gestor que lleva la coordinación del festival junto a Natalia Ortega. “Este es el año en que más danza acogemos. Hay hasta 17 propuestas pero muchas han optado por registrarse bajo otras denominaciones como Lenguajes relacionados con la creación escénica multidisciplinar, donde encontramos muchos coreógrafos reconocidos y lenguajes de danza. Tenemos también Actividades Transversas, que son muy propias de las artes vivas y no se hacen en los formatos tradicionales ni suceden en los espacios escénicos convencionales. El festival se desarrolla en 22 salas alternativas pero tenemos también La Juan Gallery, que acoge performance. Yo creo que la escena va por delante y las administraciones, los conservatorios y las instituciones en general no tenemos todavía un apartado distintivo para cada tendencia que se va sucediendo en la escena”.
En cualquier caso preguntas son muchas las que genera. Podría deducirse que los coreógrafos y bailarines sienten hoy el término danza como un corsé que no admite muchas variaciones. Podría pensarse que quizá las nuevas generaciones de artistas avanzan hacia un derribo de las barreras y casillas que han cuadriculado lo escénico. O, a lo mejor, será que ya perciben la danza como algo casposo, trasnochado y escasamente cool. Respuestas, desde luego no hay, al menos no en esta información. Lo que sí podemos es hacer una aproximación a lo más semejante a la danza que se verá en esta novena entrega de Surge, evento impulsado por Comunidad de Madrid.
La oferta, como se verá, es muy ecléctica. Eso es porque tampoco tiene criterios convencionales de selección como un festival. “Es un modelo de gestión horizontal, donde la curaduría es un sistema complejo en el que la programación se diseña cruzando los criterios de las salas y las necesidades y aspiraciones de los artistas” señala García, que a su vez es director y creador de su propio espeacio, El Curro DT y la Sala Pradillo.
Lo que se mueve
¿Cómo explicar brevemente lo mucho que se verá? Empecemos por la danza propiamente. Desde luego, Carmen Werner y su veterana compañía Provisional Danza se apuntaron de primero reconociéndose como danza. Aportarán Un momento oportuno (Octubre 29 y 30. Replika Teatro), nueva creación de Werner, ésta vez inspirada en Leyes fundamentales de la estupidez humana, de Carlos M. Cipolla. Otra veterana, la bailarina Tania Arias, estuvo haciendo memoria durante la pandemia de las coreografías aprendidas que marcaron su vida en los inicios en la danza y decidió dedicarles una pieza desde su óptica actual. Así nace Grosse fuge at last (Octubre 22 y 23. Replika Teatro, en la foto), en la que vuelca su fascinación por la obra de Hans Van Manen que aprendió de memoria y nunca bailó.
Por su parte, Fran Martínez y Elena Carvajal aseguran ubicarse a medio camino entre lo coreográfico y la ficción narrativa en su nueva pieza Somaficción (Octubre 18 y 19. Sala Pradillo), mientras que desde A descubierto Physical Theatre, Pascual Quiqnard nos asegura que su pieza Vida secreta donde sobrevivir contiene “un misterio, cuatro bailarinas, cuatro enigmas y miles de vidas secretas”.
La homofobia, el amor por la Tierra o asuntos filosóficos son temas que también serán abordados desde el cuerpo en Surge Madrid. Luiscar Cuevas define su nueva creación para La mínima Cosmología de una imbécil (Octubre 11 y 12, Sala Pradillo, en la foto que abre esta información), como una obra de “autoficción, imbecilidad y homofobia”. La bailarina y coreógrafa Camille Hanson ahonda aún más en su investigación habitual de advertencia ecológica en Make me Wild (Octubre 27 y 28. Sala Tarambana), un viaje de empatía, sanación ambiental y amor al planeta, creada junto a Juan Carlos Arévalo, al tiempo que el tándem Begoña Quiñones & Verónica Garzón aborda la pisque, donde se revuelven fuerzas antagónicas como amor-odio o atracción repulsión, en su pieza El problema filosófico del cambio (Octubre 19 y 20. Sala Exlímite), en la que Quiñones no baila y Garzón se acompaña en escena por Miguel Zomas.
Amor siempre hay
Como un puzle que va de lo elemental a lo universal, lleno de saltos temporales, define Julia Nicolau su propuesta Antes-Después (30 de septiembre y 01 de octubre. Sala Cuarta Pared), mientras que el creador emergente Diego Carrasco, que ha contado con coreografía de Cristina Marco, aborda desde el mito griego de Ifigenia el sacrificio como alienación y resignación en su nueva pieza Ifigenia entre los tauros (septiembre 28. Sala Exlímite).
El amor nunca falta, y desde ópticas muy distintas lo veremos abordado en …el continuo interminable amor que tengo por ti (Octubre 28 y 29 La Mirador), en la que Manuela Barrero dl Caos parte de la certeza única de que el amor es el motor del todo del que somos parte, y también desde el muy original punto de vista de Anna Mezz, que califica su propuesta Tan eta Santi, la perra negra y el maricón vasco (Octubre 27 y 28. Sala El Curro DT).como “un espectáculo de amor en construcción”.
Finalmente, alejadas de toda convención escénica se presentan creaciones como El tiempo de las cartas (Octubre 15 en Lagrada, 20 en Teatro del barrio y 26, en Nave 73, en la foto), propuesta epistolar que recoge las cartas que se cruzaron las creadoras y coreógrafas Clara Pampyn y Natalia Fernandes durante la pandemia, en las que reflexionaban sobre el cuerpo y el arte de bailar, y también sobre dudas, placeres, temores e incertidumbres.
Desde la inquietud por la práctica ausencia de mujeres pintoras, Inés Narváez Arrospide ha armado Nosotras (Octubre 28. Replika Teatro), una acción-happening, interpretada por ella y Mónica Runde, que huye del formato escénico para cuestionarse un asunto que da mucho que pensar.
Pero si es usted de esos espectadores que siempre soñaron con ponerse a bailar en medio de un espectáculo, Lucio Baglivo os reserva una experiencia inolvidable de inmersión total en danza para todos en Me las bailo todas (Octubre 08 y 09. La Usina). Y es que también se va a bailar al Surge Madrid…
