"EL FLAMENCO PUEDE DEVOLVÉRTELO TODO"
Rocío Molina afronta su Trilogía de la Guitarra en funciones sucesivas en Matadero hasta el día 19. Esta mañana desveló secretos de su nueva obra…
Texto_OMAR KHAN Fotos_SIMONI FRATINI / PILAR LOZANO
Madrid, 09 de diciembre de 2021
Es una trilogía la nueva coreografía de la deslumbrante bailaora y creadora Rocío Molina (Málaga, 1984), quizá una de las más innovadoras en el ámbito del nuevo flamenco. Aunque es un unipersonal, no ha querido, de forma muy explícita, ser ella la protagonista sino cederle el paso a la guitarra. A los guitarristas para ser exactos. “No es una investigación sobre la guitarra sino acerca de la relación del guitarrista con su instrumento”, explicaba esta mañana en Naves del Español Matadero, en Madrid, donde a partir de mañana y hasta el 19 de diciembre presentará de forma sucesiva los tres títulos, cada uno con un guitarrista diferente: Vuelta (Uno), junto a Yerái Cortés, del 10 al 15 de diciembre; Inicio (Uno), con Rafael Riqueni, los días 16 y 17, y Al fondo riela, con Eduardo Trassierra y Cortés otra vez, los días 18 y 19.
“Me interesaba mostrar lo que está ocurriendo con la guitarra flamenca hoy. Mi relación con los guitarristas ha sido de amor y dejarme llevar. No les pido que me sigan sino que sea yo la que persiga a la guitarra, ir a cazarla, quiero que me sorprenda y jugar, me encanta ese juego. Luego, cada guitarrista es único. Cada uno de los tres entiende la guitarra de una forma distinta y son de generaciones y estilos muy diferentes”.
En lo personal, esta trilogía supone para Rocío Molina un redescubrimiento de sí misma. “Era la primera creación a la que me enfrentaba después de ser madre, volvía a bailar y tenía esa necesidad de redescubrir mi cuerpo nuevo, escuchar mi cuerpo desde otro lugar, más cercano a la frescura y la infancia”.
Y es que, para ella, el flamenco más que un arte, es un motor de vida. “Tengo confianza, amor y fe en el flamenco” declaraba convencida esta mañana. “Confío en su capacidad. El flamenco puede devolvértelo todo. Te da libertad en la dosis que quieras usar. Tiene todo el abanico de emociones, desde las más oscuras hasta las más luminosas”.
Tres guitarras
Justamente por ese abanico ilimitado de emociones aspira pasearse en su nueva trilogía, originalmente una obra única que desechó presentarla en una noche porque excedería las cuatro horas. Vuelta (Uno) es la más luminosa y festiva de las tres. “Supone la consecuencia de lo transitado en este viaje que para mí no tiene fin. Ha sido la primera y la concibo como esa semilla que es árbol sin saberlo, pero que aprende a descubrirse. Es una obra de liberación y exploración, que viene también de lugares tenebrosos”.
Exactamente lo contrario de Al fondo riela, que quizá es la que mejor conecta con la artista conceptual, atrevida, algo enigmática y siempre creativa, a la que estamos habituados a ver en escena. “Si. Es como la otra cara, es una obra un poco más profunda, para la que necesitaba la máscara y el ego propio, al que subo conmigo al escenario, con ese miedo a la mirada y a la vez con el deseo de ser mirada. Es una obra de la otra orilla, que explora lo que pasa con la otredad, y mantiene mucha tensión. Ha sido un tránsito duro, que no era cómodo… en esta creación abracé el miedo, la inseguridad, todos estos monstruos… y salió oscura pero brillante, porque también hay mucha belleza”, concluye.
