MARÍA Y LOS CUATRO APÓSTOLES
MARÍA Y LOS CUATRO APÓSTOLES María Rovira estrena mañana en la Sala Versus Glóries, de Barcelona, ‘Evangelium’, en la que se pregunta cómo verían los apóstoles el mundo de hoy. Te lo contamos…
Texto_OMAR KHAN Fotos_JOFRE BLESA
Madrid, 22 de noviembre de 2021
Tras proyectos cuantitativamente enormes, coreografías para muchos bailarines con orquesta en directo, María Rovira, pionera de la danza contemporánea en Cataluña, vuelve mañana a un escenario pequeño y un entorno más íntimo con Evangelium, propuesta vagamente inspirada en la película El cielo sobre Berlín, de Wim Wenders, que su compañía Crea Dance Company estrena en la Sala Versus Glòries, de Barcelona, en lo que supone el arranque en ese espacio del ciclo Dimarts #EnDansa, que intenta familiarizar al público con los lenguajes de la danza.
Los santos Pedro, Tomás, Mateo y Juan bajan del cielo a bailar en el escenario de la Sala Versus invocados por María Rovira, a quien no le interesa tanto sus versiones del Evangelio como reflexionar a través de ellos sobre la vida que llevamos los humanos y nuestra naturaleza destructiva. “Está conectada con lo que pasa hoy en día, tiene que ver con lujuria, ambición, dinero… y desde luego con el papel de la religión en este momento”, dice la coreógrafa de su nueva obra que ha contado con el talento de sus bailarines Roberth Aramburo, Abel Hernàndez, Ángel Gabriel Gutiérrez y Aleix Lladó (con ella, en la foto), que empezaron a trabajar a partir de la pregunta ¿qué pasaría si los Apóstoles bajaran a ver cómo va hoy el mundo?
Este cuarteto masculino está alejado de la grandiosidad de montajes anteriores de la compañía como Réquiem o Carmina Burana, que habían sido encargos bailados usualmente con orquesta y coros. Pero conserva las mismas inquietudes y línea estética que ha movido su trabajo desde los inicios en los ya lejanos ochenta. “He tenido suerte en la vida. He entendido que en esta profesión a veces haces las obras que quieres, a veces no. Al principio tenía recelo de los encargos, pensaba ‘esto no es mío, ni mi idea ni mi obra’ pero entendí que hay que estar abierto y que aprendes igual tanto de las obras que son ideas tuyas como de las que no lo son”.
Recorrido largo
Crea Dance Company es relativamente joven pero no lo es la trayectoria de María Rovira, que empezó a bailar y crear cuando aquí no había nada. “Me fui a París y a Estados Unidos a aprender Cunningham, Graham… y fue brutal. Pero también me interesó la danza teatro de Pina Bausch e hice clásico, así que como coreógrafa me adapto a todo. Yo lo único que necesito son bailarines que tengan una buena base técnica, así sea de flamenco, porque en mi trabajo no le doy tanta importancia a los pasos como a las emociones”.
Todos esos aprendizajes y experiencias los volcó María Rovira en Tránsit, la compañía que fundó en 1985 y que fue de las primeras en trabajar la danza contemporánea en Cataluña, formando parte insoslayable de la consolidación de esos nuevos lenguajes en el país. La cerró en 2012 y comenzó entonces una enriquecedora aventura por América Latina, que la llevó a la dirección artística del Ballet de Antioquia, en Medellín, durante tres años, y numerosas colaboraciones por aquellos lares, especialmente en La Habana, donde llegó a crear para el Ballet Nacional de Cuba y a ser una cercana colaboradora del proyecto Acosta Danza en su nacimiento. Para la película Yuli (2018), de Iciar Bollain, biopic que cuenta justamente los atribulados inicios de Carlos Acosta antes de ser estrella mundial, hizo las coreografías.
Cuando regresó a Barcelona hace unos cuatro años, surgió la oportunidad de levantar Crea Dance Company, no como una compañía al uso sino como una fundación. Y no lo dudó. “Ya no echo de menos bailar”, confiesa, “pero me encantan los teatros, estar entre bambalinas, sentir toda esa energía… me quedaría a vivir allí. Si tuviese mucho dinero me habría comprado un teatro”, concluye.
Evangelium se presenta en la Sala Versus Glòries, de Barcelona, los días 23, 27, 28 y 30 de noviembre, y 7 de diciembre.
