BAILAR Y PENSAR
Núria Guiu repone en el Mercat de les Fors sus dos éxitos: ‘Likes’ y ‘Spiritual Boyfriends’ antes del estreno de su nueva ‘Cyberexorcisme’ el año próximo en esta misma casa. Reflexionamos sobre su obra…
Texto_ JORDI SORA i DOMENJÓ Foto_JOSÉ JORDAN
Barcelona, 03 de noviembre de 2021
Todo empezó como un estudio sobre algunos de los fenómenos curiosos que internet genera. Pero lleva camino de convertirse en la artista que mejor radiografía la mercantilización del cuerpo. Núria Guiu ha comenzado un período de dos años como artista residente en el Mercat de les Flors, en donde estrenará Cyberexorcisme, en mayo de 2022, después del éxito indiscutible de Likes (2018) y de la buena recepción que tuvo Spiritual Boyfriends (2020), obras que ahora reaparecen juntas en el ciclo Hacer historia(s) Vol. 4, del Mercat. La primera se verá los días 4 y 5 de noviembre, y la segunda, los días 12 y 13.
Irrumpió Guiu en la ciudad como una investigadora socio-antropológica y enseguida descubrimos que, de hecho, es una excelente intérprete de la realidad. En Likes se centraba en el análisis del cover dance y los tutoriales y vídeos sobre las diferentes técnicas de yoga en Youtube. Con especial atención en la sobreexposición de los cuerpos y la necesidad que tenemos de atención social y reconocimiento en las redes. Pero no desde una mirada aleccionadora; sino todo lo contrario: desde nuestro tiempo. Precisamente porque formamos parte de ese juego, se hace más necesaria que nunca una lectura atenta, pero para nada culpabilizadora.
En Spiritual Boyfriends profundizó en la que es la cuestión central de su trabajo: la relación entre cuerpo y poder, indagando en esa espiritualidad a la que promete llegar la práctica de aquellas posturas físicas, ejercicios de respiración y meditación. Señalando sus límites. Proponiendo algunas alternativas. Mucho y bueno se puede decir de la inteligencia desde la que aborda todo ello y la nitidez de su representación: cuerpo pensante para el que la técnica es instrumento preciso de comunicación.
Hará un salto y ahora, en la inminente Cyberexorcisme ya no será un trabajo en solitario. Cuenta con un pequeño grupo de bailarinas. Ha hecho un llamamiento para contactar con usuarios de la app Tik-Tok y desde allí quiere ver qué es lo que nos fascina con tanta fuerza como para experimentarse como presencia, a través de una pequeña pantalla. Una paradoja de las más interesantes que está produciendo esta nueva era: mientras somos (lo corpóreo), solo en apariencia (y su movimiento).
Pero claro: es que todo empezó cuando Núria Guiu supo encontrar la manera de incorporar (en sentido textual: meter dentro del cuerpo) lo que llevaba en su cabeza. Construyendo un puente. Constatando que son una misma cosa. Y supo cómo explicarlo a los demás. Porque nuestra experiencia siempre es mirada antes que cualquier otra cosa. O más bien, precisamente, porque es con ella que se genera.