REINVENTANDO LA POPULARIDAD
Nos fuimos a la Fira Mediterrànea de Manresa a ver qué cómo artistas del momento miran y hacen propias las danzas populares. Jordi Fosas, su director, nos hizo el tour…
Texto_OMAR KHAN Foto_GERHARD LUDWIG
Manresa, 18 de octubre de 2021
Es popular la Fira Mediterrània de Manresa. No solamente por la popularidad que tiene en esta ciudad catalana donde ayer clausuró con éxito y por todo lo alto su vigésimo cuarta edición, lo que la coloca a las puertas del cuarto de siglo, sino porque desde hace tres años pone el foco en lo que las tradiciones pueden ofrecer a la creación contemporánea. Renovación, tradición, modernidad, investigación, experimentación, provocación… son palabras recurrentes en el léxico de Jordi Fosas, director de esta feria los últimos tres años y artífice de este proyecto que quiere quitar el polvo a la cultura popular, para que reluzca en su esplendor y en perfecta sintonía con la estética y los usos propios del siglo XXI.
“No queremos imponer nada ni hacer cambios en la cultura popular” aclara. “No vamos a crear los nuevos castells ni la nueva sardana. Esos cambios ya vendrán de la sociedad. Queremos arbitrar, hacer que los artistas trabajen sobre estos materiales y, juntos, retronarlos a la sociedad”. No hace distinciones entre géneros y la fira es una escaparate que, en cuatro días, ha compactado una oferta enorme de música, teatro, circo y por supuesto, danza, en obras todas que, siendo de nuestro tiempo, tienen conexiones e inspiración en el pasado y las tradiciones.
La danza tuvo especial relevancia este año. Sirvan sus dos propuestas internacionales para ilustrar el todo. Desde Suiza, Simon Meyer trajo al Teatro Kursaal de Manresa su insólito unipersonal Sungbengsitting, (en la foto) en el que completamente desnudo, sin traje alguno que lo reafirme como del pasado o el presente, revisa la tradición tirolesa con amor y humor, mientras que la alemana Vivian Friederich, desde el circo y especialmente con la habilidad del faquir de caminar sobre cristales rotos, aborda el fabricado artesanal del cristal de bohéme, una vieja tradición que le toca, pues el soplado de vidrio ha sido el negocio familiar durante décadas. Su creación, que se llama Kristall Bohème [excavación anónima], está siendo apoyada por el Mercat de les Flors, de Barcelona, que la estrenará en junio próximo dentro de su ciclo Circ d’ara mateix.
Que otras instituciones, como el Mercat, el Graner o festivales, productores y exhibidores, se involucren en proyectos contemporáneos relacionados con la cultura popular es algo que fascina a Jordi Fosas, que aprovecha la naturaleza de feria de su evento para tener incidencia en la creación, difusión y proyección.
“Conseguir un mercado estratégico para la cultura popular, ayudarla y promocionarla. Definir un modelo apoyando la creación y producción e insertarla en un circuito de programación son metas que tenemos en la Fira Mediterrània”, dice con convicción. “Me encanta que aquí también se venga al business porque hay una parte de industria en todo esto. Me interesa crear complicidades con otros espacios de creación y exhibición. Hacer alianzas que tengan repercusión. Crear un circuito que en realidad sea un cortocircuito, romper cajitas, sacudir prejuicios y promover el riesgo”.
El Mercat de les Flors, verdadera institución de impacto internacional en artes del movimiento que dirige Ángels Margarit, no ha soslayado la relevancia de lo que se cuece en la fira, apoyando otros proyectos que se han visto en Manresa en estado embrionario. Muy prometedores se presentan en este sentido, Laia Santanach, que presentó un fragmento de gran belleza formal de su nueva creación Tradere SP ,(foto inferior) y Roges, de Miquel Barcelona, que revisa Guerra Civil y LGTBI en aquellos tiempos. Ambas, se verán esta temporada en el Mercat.
Neofolk
Jordi Fosas no es ajeno a la danza ni a las tradiciones ni a los festivales. Viene de bailarín en danzas populares catalanas en Olot, su tierra, pero terminó dirigiendo allí durante más de 20 años el Festival Esdansa, que consiguió transformar. “Recogimos un festival de folclore y pusimos nuestra mirada contemporánea. Conseguimos poner a bailar a mil personas en un pueblo de 1700. Promover la danza contemporánea de raíz es lo que buscamos allá y ahora trasladamos a Manresa. Yo presenté el proyecto hace tres años, gustó y aquí estamos desarrollándolo”, dice orgulloso.
Nos explica cómo la danza, dentro de la fira, es trabajada en dos líneas. “Las que usan el lenguaje de raíz, artistas que vienen de lo folclórico y quieren seguir la ruta de creadores consolidados como Israel Galván, Sara Cano o Jon Maya, y por otro lado, artistas que sin tener sus orígenes en lo popular, lo trabajan puntualmente como podría ser el caso de Laia Santanach, Roberto Oliván, Sònia Gómez o Sol Picó, cuando hizo Animal de sequia, en la que trabajó sobre la cultura popular valenciana”.
A la hora de programar la fira, tampoco ignora Jordi Fossas que áun en algo tan específico como lo que él quiere potenciar, también existe un star system, y este año consiguió una reunión de titanes difícilmente repetible. Uno de los grandes momentos de esta edición de la fira ocurrió el sábado en el Museu de la Tècnica, con la reposición de Soliloqios, creación estrenada originalmente en el Museo Universidad de Navarra, que reúne en diálogo con el espacio y entre ellos a Israel Galván, Cesc Gelabert y Jon Maya, director de Kukai, en País Vasco. La comunicación al unísono de tres lenguajes totalmente distintos y personales como el elegante contemporáneo de Gelabert, el feroz flamenco de Galván y el virtuoso aurresku de Maya, ejemplifica los alcances y logros de la fira que Fosas ha venido diseñando.
Para él es también importante que los jóvenes que bailan danzas tradicionales vengan y se empapen del espíritu de estos innovadores. Este año, un nutrido grupo de ellos, pululaba por la feria guiado por Montse Colomé, con la esperanza de que surjan inquietudes y afloren talentos. En esta misión que se ha planteado con la fira, el estreno, también el sábado, de Tra Tra Tra era otra conquista. La tercera conferencia bailada de Explica Dansa, proyecto liderado por Beatriu Daniel y Toni Jodar, se centra justamente en el trasvase de lo tradicional en lo contemporáneo.
Traspasando las fronteras de lo puramente académico y acercándose al espectáculo, Jodar despliega (y con precisión y gracia, explica) en poco más de una hora el abanico de posibilidades a través de un viaje que lo lleva a indagar en las raíces y la nueva creación en territorios de rico folclor como la Zaragoza de las jotas, el País Vasco del aurresku y la Cataluña de la diversidad. Lo cuenta apoyado en vídeos y en la palabra, pero también en su propio cuerpo que ha aprendido y asimilado esas formas y lenguajes con verdadero acierto.
En definitiva, la Fira Maditerrània de Manresa este año, fue un crisol de propuestas y apuestas por demostrar como antiguas reticencias sobre lo popular se han idos desvaneciendo, despertando el interés de nuevas generaciones. “En los ochenta había una necesidad de romper radicalmente con todo lo establecido. Iba en contra del ballet y por el camino, se produjo un rechazo a todo lo que estuviese consolidado en un afán por crear algo nuevo, y en ese proceso surgió una mirada despectiva hacia lo popular. Hoy los chavales tienen menos prejuicios, tienen curiosidad y fascinación por las danzas tradicionales y la manera de abordarlas”, concluye Fosas ilusionado.
