ESTA NOCHE, LADY MAMBO
En única función, el Centro Cultural Paco Rabal, de Madrid, presenta hoy la nueva creación de Carlos Chamorro para su agrupación Malucos Danza. Nos lo cuenta…
Texto_OMAR KHAN Fotos_JESÚS ROBISCO
Madrid, 28 de agosto de 2021
“Yo nací en Madrid pero mi familia es andaluza”, rememora Carlos Chamorro, director de Malucos Danza. “Mi madre cantaba, mi padre tocaba el clarinete, siempre había música en casa. No flamenco sino música popular y folclórica. A los 12 años vi un grupo de danzas populares en unas fiestas y me enamoró, quise ser bailarín. Aquello no fue una casualidad, fue una señal”.
La intensidad de la señal perdura. A casi cuarenta años de aquello, Chamorro sigue en la carretera. Sigue bailando. Sigue creando con su compañía residente en Galapagar. De hecho, esta noche en el Centro Cultural Paco Rabal, de Madrid, estará retomando en única función su reciente creación Lady Mambo que, al igual que la primera pieza que hizo para su agrupación, aquella ya lejana Psique, tuvo su premier en el Festival Madrid en Danza a inicios de este año.
¿Qué propone en Lady Mambo?
La idea surge a partir de textos que nuestra bailarina Mariana Collado escribió durante el confinamiento. Son textos muy personales sobre su vida interior. Estuvimos estudiándolos, releyéndolos y decidimos coreografiarlos. Nos decantamos por la estética del mimo. Somos tres mimos y uno de ellos, Lady Mambo, tiene el poder de hablar. En realidad todos son ella y los otros dos representan sus sentimientos. Contamos su lucha interior, sus emociones, su pelea entre el bien y el mal, y en cuanto a la danza, tiramos muy del español y el flamenco. Pero no se trata tampoco de reinventar y escenificar los textos. No los bailamos. Los textos son más bien el hilo conductor que da paso a toda la coreografía y entramado de la obra, son puertas hacia las emociones de cada uno de los personajes.
¿Cómo encaja Lady Mambo en el conjunto de su obra?
Es curioso pero en los inicios de la compañía nuestras propuestas tenían siempre un elemento clave y distintivo, como la cara pintada de blanco o las referencias a otros mundos como el del circo. Y en las últimas cuatro o cinco creaciones esto había desaparecido. Sin quererlo expresamente ahora ha vuelto, lo que hace que Lady Mambo nos reconecte con nuestros orígenes.
¿Cómo recuerda sus inicios en la danza?
Debuté con Mariemma en una producción que hizo sobre Antonia Mercé, en el María Guerrero en 1990. Bailé para muchísima gente, para Antonio Alonso, Paco Romero, Alberto Lorca o María Pagés pero Ricardo Franco fue muy especial, con él aprendí que el español y el flamenco podían fusionarse con el contemporáneo, y esa fue una clave muy importante para definir mi estilo como creador.
¿Qué le impulsó en 2002 a fundar Malucos Danza?
Yo tenía 28 años cuando decidí crear la compañía. A lo mejor de haber sabido lo que significaba e implicaba, la hubiese creado más tarde. Acababa de salir del Ballet Nacional de España y tenía necesidad de expresar todo lo que había aprendido. Veía la compañía como una mezcla de experiencias vividas, enseñadas y aprendidas.
¿Y a que conclusión llega hoy, tras este largo recorrido?
Destaco lo positivo. Cuando echo la vista atrás, lo primero que salta es lo positivo de la experiencia, el esfuerzo por hacer danza. Luego está lo negativo, que tiene que ver con el desamparo. Lo compensa el resultado del esfuerzo pero la danza está muy desamparada en nuestro país, no hay infraestructuras. No hay apoyo.
¿Y ahora?
Después del parón forzoso del confinamiento estoy contento. Me han llamado del Institut del Teatre que quieren incorporar a su repertorio Córdoba de Albéniz [2008], para que sea trabajada por los alumnos. Con ella gané el Certamen Coreográfico de Danza Española y Flamenco, y la he bailado muchísimo. También estoy pensando el nuevo espectáculo que quiero montar. Será un unipersonal. No supone un retiro, porque seguiré bailando, pero quiero que sea el final de una etapa y el comienzo de otra. Dentro de dos años estaré celebrando mis cuarenta años como bailarín y pienso que será un buen momento para esta nueva creación.
