MARTHA GRAHAM REFLEJADA EN EL OJO DE BARBARA MORGAN
PhotoEspaña ha inaugurado ayer en Madrid una relevante exposición que recoge las emblemáticas fotos de danza de la colección Astudillo. Te lo contamos…
Texto_OMAR KHAN Fotos_BARBARA MORGAN
Madrid, 18 de junio de 2021
Hasta 1935, la artista norteamericana Barbara Morgan (1900 Buffalo – 1992 NYC) practicaba la fotografía porque le era útil como registro, pero esa idea cambió radicalmente la noche en que vio a la entonces joven y revolucionaria compañía de Martha Graham en Nueva York, que le recordó la fuerza expresiva y carga positiva que había visto en las danzas aborígenes norteamericanas. Comenzó ese mismo día una relación de amistad y respeto mutuo con la eminente coreógrafa que duraría más de 60 años pero, lo más importante, es que ambas cambiarían de forma definitiva la conexión de la fotografía artística con la danza.
Las imágenes tomadas por Morgan a la compañía de Graham -y posteriormente a tantas otras del paisaje de la modern dance norteamericana- suponen el descubrimiento de un camino expresivo en el que la danza, arte del movimiento, podía ser expresado en toda su dimensión humana desde la fotografía, arte estático que congela instantes de realidad. Este hallazgo coloca a Barbara Morgan en una posición privilegiada y la planta como precursora con un pie en la danza y otro en la fotografía. Ampliamente conocida en Norteamérica, no tanto en Europa y aún menos en España, la exposición Barbara Morgan. Gesto, Danza y Expresionismo intenta desde ayer poner reparo en Madrid a este injusto desconocimiento.
En el marco de PhotoEspaña 2021, la muestra presenta una treintena de emblemáticas instantáneas de Barbara Morgan pertenecientes a la colección de Javier Astudillo, desplegadas desde la curaduría de Pia Ogea, que estarán exhibiéndose con entrada gratuita en el Museo del Romanticismo hasta el 26 de septiembre.
16 danzas en un libro
“A principios de los años 40 Morgan documenta las coreografías fundamentales de Martha Graham en el libro Sixteen Dance in Photographs. En aquel entonces ya existían los fotolibros, pero de danza había muy pocos. Y años más tarde, en 1945, el MoMA celebra la exposición La danza moderna norteamericana. Fotografías de Barbara Morgan, la primera dedicada a fotografías de danza de su historia. Todas las fotos de la exposición que hemos organizado en Madrid son documentales pero la intención es artística. Sus fotos tienen un sentido dramático”, dice convencido Javier Astudillo, un ex periodista de rock and roll de los años locos de la movida madrileña reconvertido ahora en abogado con auténtica fascinación por la danza y la fotografía.
“En una subasta vi esa imagen de un jovencísimo Merce Cunningham saltando, mientras Graham está sentada. No pude resistirme y la compré”, confiesa. “No puedo comprar un Rembrandt pero fotografías, sí”, bromea. Comenzó así su idilio con Barbara Morgan, que hoy abarca una treintena de imágenes principalmente de su trabajo de danza pero también algunas de sus fotografías experimentales. Su colección incluye, desde luego, The Kick, ese impresionante retrato de Martha Graham alzando la pierna bajo su largo vestido, que no es solamente una de las imágenes más emblemáticas e importantes de Morgan sino la representación gráfica de toda la danza moderna en el inconsciente colectivo.
“Para mí, Barbara Morgan revela ese paisaje interior que es el mundo de un bailarín", escribió Martha Graham. El secreto escondido tras la fuerza emocional de estas fotografías es que no son un registro escénico de las coreografías sino un minucioso trabajo de composición en estudio, en el que Graham no participaba solamente como una modelo más con sus bailarines, sino que planificaba con la fotógrafa cada imagen que querían inmortalizar.
Más allá del documental
Hay horas de preparación tras cada una de estas fotos, una práctica inusual en la fotografía de danza de la época, que solía ser la captura de un instante en una representación escénica. Por este motivo, Barbara Morgan trasciende el registro aunque la intención documental permanezca.
“Hay un discurso dual, de la danza y de las vanguardias, hay un discurso expresivo”, apunta Astudillo. “En el trabajo de Morgan encuentro conexiones con otros mundos, el de Jackson Pollock o el de García Lorca. En Deep Song, una de las coreografías registradas por Morgan, Graham hace alusión a la Guerra Civil Española, sus trajes tomaron inspiración el Guernica, hay en esta creación algo muy de Lorca, de cante jondo”.
Entre 1935 y 1945, Barbara Morgan fotografió a más de 40 compañías, bailarines y coreógrafos, precursores todos de la modern dance norteamericana, uno de los movimientos más influyentes y determinantes de la danza por venir en el siglo XX. Ante su lente se inmortalizaron artistas como Merce Cunningham, Erick Hawkins, José Limón (en la foto), Dorys Humphrey o Charles Weidman. Por lo demás, Morgan tuvo influencia en la difusión del fotolibro, y también en la práctica de la fotografía experimental con carácter social (su relevante trabajo Spring on Madison Square, que arroja optimismo sobre la Gran Depresión se incluye en la muestra madrileña).
“Los fotógrafos y pintores que se ocuparon de registrar la Gran Depresión, a mi entender, aumentaron la sensación de derrota y no fueron capaces de dar valor ni esperanza a la sociedad”, reflexionó Morgan alguna vez. “Pero el modo en que los bailarines y coreógrafos la afrontaron fue alentadora. Me recordó el papel que han tenido las danzas ceremoniales de nuestros indios aborígenes, que dan vigor y coraje a la tribu en tiempos de sequía y dificultades".