AMARILLO, ROSA Y NEGRO
Taiat Dansa presentó ayer en el Festival Dansa València Tres, su original homenaje a Oskar Schlemmer. Allí estuvimos y así lo vimos…
Texto_OMAR KHAN
Valencia, 16 de abril de 2021
La historia de la danza del siglo XX no parece haber valorado suficientemente el Ballet Triádico (1922), ese prodigio de modernidad surgido de la creatividad y sensibilidad de Oskar Schlemmer, bajo el paraguas de la polifacética Escuela de la Bauhaus. Se trata de una obra superlativa estructurada alrededor del número tres, en la que cada una de las tres secciones –señaladas por un color- hace un todo despliegue cromático, visual y sensorial a través de sus insólitos trajes y una concepción muy libre de la danza, verdaderamente atípica aún para el contexto alemán y definitivamente adelantada a su tiempo.
A esta obra en concreto rinde ahora homenaje Tres, una suerte de performance inmersiva ideada por Taiat Dansa que, tras su fugaz estreno pre-pandémico en febrero del año pasado, ha reaparecido ayer en el marco del Festival Dansa València. En una de las salas del Centro de Cultura Contemporánea del Carme, Meritxell Barberá & Inma García, directoras de la compañía valenciana, han instalado su blanca esfera a la que accede menos de una veintena de privilegiados espectadores, invitados no tanto a ver una coreografía como a vivir una experiencia.
Las chicas de Taiat han querido hacer una aproximación a aquél ballet histórico desde la sensibilidad y modos de la danza de nuestro tiempo, quizá por ello han invitado a dos coreógrafos en las antípodas para que junto a ellas, montaran cada una de las tres secciones para tres bailarinas, que son reinvención del original de Schlemmer. Para el segmento amarillo, el reputado creador brasilero Ismael Ivo que, cuando aceptó este trabajo, no sabía que sería el último de su vida (falleció la semana pasada a causa del coronavirus / EN BRASIL, VÍCTIMA DEL CORONAVIRUS (susyq.es)); Barberá & García se encargaron de la sección rosa y el chico de moda de la nueva danza francesa, Rachid Ouramdane, aceptó la negra.
Breve y estéticamente muy cuidada, Tres intenta ser resumen y evocación de un clásico. Cada sección, bellamente iluminada, viene acompañada por una fugaz proyección del original que sirve de referencia, orientación y apoyo. Los aparatosos trajes, con inteligencia, han sido minimizados a ilustrativos elementos de atrezzo, especialmente en la sección rosa (en la foto), y cada coreógrafo, sin perder el norte ni la noción del todo, ha reinventado a su manera y desde su propio lenguaje y vocabulario la propuesta de Schlemmer.
Ivo optó por reproducir de forma más literal el ballet original, Barberá & García se apoyaron más en el aspecto visual y magnificaron el aire robótico y los intentos de fragmentación del movimiento (que son ya parte del lenguaje de Taiat) que hacían de Schlemmer un visionario y la sección negra de Ouramdane, la más lograda, arriesgada y potente de las tres, imprime fisicalidad y velocidad, vigor y emoción a este trío de bailarinas que supieron resolver con eficacia las exigencias de cada cuadro en un espacio muy atractivo pero también tremendamente redudido y limitado para bailar. Todo un acierto este Ballet Triádico en miniatura de Taiat.